
Inglaterra recibía en su casa nada mas y nada menos que a los poderosos neocelandeses pero nada pudo hacer contra el poderio maori, quienes se impusieron 41 a 20 en la Catedral del rugby, Twickenham.
Despues de un contundente triunfo del Tri Nations, ante australianos y sudafricanos, los All Blacks venian muy afiliados, llegando a este mes de noviembre, mes de compromisos internacionales, de la mejor manera que puede llegar un equipo: con buena condición fisica, buen entendimiento de todas sus lineas y con el animo bien arriba. Era logico pensar que el choque entre estas dos potencias del rugby iba a ser un plato fuerte.
Pero fue solo en los papeles, porque a la hora de jugar, Nueva Zelanda demostro porque hoy por hoy son el equipo a vencer.
Con un Dan Carter inspirado, aportandole 26 puntos al equipo de Graham Henry demostro que no solo patea bien a los postes sino que en defensa y ataque es pieza fundamental del equipo de negro, para el equipo de la Rosa ahora queda revindicarse el próximo fin de semana ante los Pumas argentinos.